Oh, glorioso apóstol San Judas Tadeo, santo poderoso y lleno de misericordia,
Tú que nunca dejas sin respuesta a los que claman a ti en su desesperación, Tú que eres el defensor de los que buscan la paz, invocamos tu nombre con fe y esperanza. En este momento de recogimiento, antes de cerrar nuestros ojos en el sueño, venimos a ti, buscando el sosiego y la tranquilidad del alma.
Te ruego, San Judas Tadeo, que ilumines mi camino con tu luz divina y que me protejas del ruido y la agitación del día. Alivia mis ansiedades y aparta de mi mente cualquier preocupación que me impida descansar en paz. Que la serenidad descienda sobre mi alma, como el rocío sobre la tierra sedienta, y que la paz reine en mi corazón, preparándome para un descanso reparador y renovador. Llena mi espíritu con la dulzura de la confianza y la armonía de la fe, San Judas, santo patrono de los casos difíciles.
Te prometo mantener vivo tu recuerdo en mi corazón y compartir tu devoción con los que buscan la paz como yo. Tus bendiciones, San Judas, siempre las agradeceré.
Por tu divina intersección San Judas,Amén.
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