Oh, glorioso apóstol San Judas Tadeo, santo poderoso y lleno de misericordia, tu nombre resuena en los corazones afligidos y en las almas agradecidas.Tú, que nunca dejas sin respuesta a los que claman a ti en su desesperación, eres el protector de las causas difíciles y el consuelo en los momentos de angustia.
San Judas Tadeo, hoy nos acercamos a ti con un corazón inundado de gratitud por el tesoro inestimable de la familia que nos has concedido.Recordamos con profundo afecto los lazos de amor, comprensión y apoyo que nos unen. Agradecemos la alegría, la paz y la fortaleza que encontramos en el seno familiar. Te damos gracias por las risas compartidas, los momentos de unidad y por la protección que has extendido sobre nosotros. A través de cada sonrisa, cada lágrima, cada experiencia, has tejido una red de amor que nos protege y fortalece.
Te pedimos que sigas iluminando nuestro camino familiar, guiándonos con tu sabiduría y bendiciéndonos con tu amorosa protección. Que la armonía y el entendimiento reinen en nuestros hogares, y que la fortaleza de la fe nos una para siempre. Socórrenos en momentos de prueba, fortaleciéndonos con tu divina intersección. Te agradecemos infinitamente por este regalo tan preciado, este don de la familia.
Por tu divina intersección, San Judas, te alabamos y te bendecimos. Amén.
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