Oh, glorioso apóstol San Judas Tadeo,
Santo poderoso y lleno de misericordia,
Tú que nunca dejas sin respuesta a los que claman a ti en su desesperación,
Tú, defensor de los necesitados y guía de los viajeros,
hoy acudimos a tu amparo celestial.
Tú, que comprendes la fragilidad de la vida y la incertidumbre de los caminos,
intercede por los conductores que diariamente se enfrentan a las peligrosas rutas.
Protege sus vehículos de toda calamidad,
ilumina sus trayectos con tu luz y su camino con la paz de tu divina compañía.
Fortalece sus manos en el volante,
dales sabiduría para manejar con prudencia,
y concede a cada uno de ellos la valentía necesaria para afrontar el camino con seguridad.
Que la bendición del Señor los acompañe siempre,
y que lleguen a sus destinos sanos y salvos, gracias a tu intercesión.
Te suplicamos, San Judas Tadeo, que escuches nuestras plegarias
y protejas a todos los conductores que viajan por estos caminos.
Concédeles la serenidad necesaria para tomar decisiones acertadas,
y el discernimiento para sortear las dificultades del viaje.
Que tu amor y tu protección sean su escudo en cada ruta.
Te prometo mantener tu imagen en mi hogar y propagar tu devoción.
Por tu intersección paternal, te doy gracias por tu constante compañía.
Amén.
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