Oh, glorioso apóstol San Judas Tadeo, santo poderoso y lleno de misericordia,
Tú que nunca dejas sin respuesta a los que claman a ti en su desesperación, tú que eres el protector en los caminos difíciles y los lugares de riesgo, te invocamos hoy con fe y esperanza. Tú, que con tu intercesión divina, has guiado a muchos a la seguridad, te pedimos tu amparo y protección.
En este momento de vulnerabilidad, donde la incertidumbre acecha y los peligros se ciernen, confiamos en tu poderosa intersección. Te suplicamos, San Judas, que nos protejas con tu manto celestial, que nos cuides en cada paso de nuestro camino, especialmente en los lugares donde el peligro se agudiza. Ilumina nuestro entendimiento para que podamos discernir los peligros y tomar las precauciones necesarias, fortaleciéndonos en el espíritu y el cuerpo. Aleja de nosotros todo mal, danos la sabiduría para actuar con prudencia y la valentía para afrontar cualquier adversidad.
Te agradecemos, San Judas, por tu amor incondicional y por tu constante cercanía en los momentos de necesidad. Te prometo mantener en mi corazón y en mi hogar la devoción a tu santo nombre y difundirla con los que me rodean.
por tu divina intercesión San Judas, Amén.
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