Oh, glorioso apóstol San Judas Tadeo, santo poderoso y lleno de misericordia,
Tú que nunca dejas sin respuesta a los que claman a ti en su desesperación,
Tú, faro de esperanza en las noches más oscuras, roca inquebrantable en el mar de la duda.
San Judas Tadeo, patrono de los casos difíciles y desesperados,
tu compasión nos acompaña en estos momentos de incertidumbre y vacilación.
Tu fe inquebrantable, tu amor sin límites,
son el faro que guía nuestras almas en esta travesía.
Te ruego, oh Santo, que ilumines mi camino con la luz de tu fe,
que me ayudes a superar este valle de sombra y encontrar la certeza en mi corazón.
Que me des la fuerza para aferrarme a la promesa divina,
y que me animes a no perder la esperanza en medio de la duda.
Enséñame, San Judas, a discernir la voz de la fe de la voz de la duda,
a encontrar la fortaleza en la debilidad, la verdad en la confusión.
Confío en tu poderosa intersección ante el Señor.
Por siempre te alabaré, Amén.
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