Oh, glorioso apóstol San Judas Tadeo,
santo poderoso y lleno de misericordia, tú que nunca dejas sin respuesta a los que claman a ti en su desesperación, tú, faro de esperanza en los momentos de mayor oscuridad.Tú, que con tu intercesión, has calmado tempestades y traído la paz a los corazones afligidos, hoy te invocamos con el alma en pena.
El mundo entero se encuentra sumido en un convulso torbellino de violencia, miedo y división. La paz, un bien preciado, se desvanece como el humo. Familias se desgarran, amistades se quiebran, y la armonía se pierde en la vorágine de conflictos.Te suplicamos, san Judas Tadeo, que extiendas tu manto protector sobre este mundo quebrantado.Ilumina los corazones de los gobernantes, de los líderes, de todos aquellos que tienen el poder de sembrar la concordia y la armonía. Da sabiduría a los que buscan la solución, y fortaleza a los que sufren por las consecuencias de la discordia.
Tú, que eres el patrono de las causas difíciles, te ruego que disipes las nubes de la amargura y la desconfianza. Te pedimos, con profunda fe, que restaures la paz en los corazones de todos, que siembres en cada alma un germen de comprensión, compasión y reconciliación. Que tus oraciones sanen las heridas del pasado y abran las puertas a un futuro de esperanza y tranquilidad.
Te prometo, San Judas Tadeo, que compartiré con mis semejantes esta oración llena de esperanza y confianza, para que con nuestros corazones unidos imploremos por la paz universal.
Por tu divina intersección, San Judas, Amén.
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