Oh, glorioso apóstol San Judas Tadeo, santo poderoso y lleno de misericordia,
Tú que nunca dejas sin respuesta a los que claman a ti en su desesperación, tú que con tu intercesión divina alivias las penas más profundas, te invocamos hoy con el corazón afligido. Tu compasión, San Judas, nos abraza en este momento de dolor y pérdida, cuando la partida de [Nombre del ser querido] deja un vacío inmenso en nuestros corazones.
Te ruego, San Judas Tadeo, que con tu amor inmenso, consueles nuestro espíritu lacerado, que abrigues con tu manto protector nuestra familia y amigos. Tú conoces el profundo dolor que embarga nuestros corazones, el vacío que la ausencia de [Nombre del ser querido] ha creado. Te pedimos que nos ayudes a encontrar la paz y la fortaleza necesarias para superar este momento difícil, para encontrar consuelo en la memoria de [Nombre del ser querido] y para aceptar el plan divino que ha llevado a su partida.
Tú sabes de la gran deuda de amor que [Nombre del ser querido] ha dejado en nuestras vidas, y que ahora, nuestro dolor debe ser transformado en gratitud por los maravillosos años que vivimos junto a él/ella. Ayúdanos, San Judas, a encontrar la luz en la oscuridad y la esperanza en el dolor.
Te prometo mantener en mi hogar la devoción a tu nombre, y oraré por las personas que también padecen esta profunda pena.
Por tu divina intersección, San Judas, Amén.
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